domingo, 25 de octubre de 2009

AnaMar no deja de ser AnaMar





A quienes cuestionaron la presencia de Ana María Romero de Campero en el MAS les debe estar incomodando la notable primera gran intervención de la ex defensora del pueblo en el complejo escenario electoral de los últimos días.


AnaMar ha demostrado que está dispuesta a plantarse con firmeza y defender principios más que intereses coyunturales. La candidata a primera senadora por el MAS ha pateado el tablero al manifestar públicamente su respaldo al presidente de la Corte Nacional Electoral, Antonio Costas, atacado frontalmente durante los últimos días por el Gobierno y por el propio primer mandatario del Estado Plurinacional.


Romero asegura que Costas es una maravillosa persona y que hizo una proeza al consolidar el padrón biométrico de más de 5 millones de personas en casi dos meses. Así deja en off side a Evo Morales, que agravió al titular de la CNE al calificarlo como jefe de campaña de Leopoldo Fernández y lo amenazó con denunciarlo a organismos internacionales.


Con su reconocida independencia, pese a que ahora es candidata del MAS, AnaMar ha dado un paso más al validar el derecho que tiene el ex prefecto de Pando, Leopoldo Fernández, de expresarse en la campaña, ya que no tiene sentencia ejecutoriada y es un simple preso.
¿Qué dirá Evo Morales ahora, nada menos que en víspera de su cumpleaños, ante las declaraciones de su candidata, por la que apostó 6.000 dólares?


Doña Ana María no debe haber sido fácil de convencer ni será una más en las filas del MAS. La ex defensora tiene una respetable trayectoria que no rifará con una simple candidatura. Definitivamente, la mujer suma más a la política dentro de ella que fuera de ella. De a poco se comienza a entender su difícil decisión de ingresar al terreno tortuoso de la actividad partidaria. ¿Será una piedra en el zapato del Presidente? Habrá que ver cómo la siente Evo y si aguanta este tipo de respetables discrepancias.